Friday, October 05, 2012

Camino de Barraza.

Su vista cansada conoce
el paisaje.

En el se levanta un pequeño árbol,
como único testigo de
sus ires y venires.
El polvo lo cubrirá nuevamente
y serán suyas las pocas gotas
que la lluvia pueda darle.

¿Cuantas veces? se pregunta,
como sin pudiesen responder por el
las piedras del camino,
las pequeñas yerbas secas,
el indiferente sol
que lo ilumina.

¿Cuantas veces?
Y camina una vez mas
como hilvanando  a sus pisadas al terreno,
la sequía, un par de rugosos recuerdos
y el ladrido de los perros al fondo del valle.

Friday, September 28, 2012

NETBOOK.

Aureolado. Abre su boca y los colmillos romos muestra. Cíclope feroz mira, y la Gorgona otorga plazos y poderes, ríe, ríe y ríe. Petrificado, solo tus dedos rozan los dientes relucientes. Descabezarlo es imposible.

Wednesday, October 19, 2011

Misoginias



I.-

La mujer es un ser humano, pero la mujer no es un hombre. Basta entrar a los baños separados por sexo para darse cuenta del competitivo odio que se profesan entre si. Dejándose como mensajes, sangrientas toallas higiénicas sucias en el suelo y el primer papel que te pasas por el culo al cagar, elegantemente fuera del papelero.


II.-

Las mujeres no pelearan jamas una guerra. Formadas comenzarían a envidiarse por asuntos de Estado como el brillo del cabello y el color de las uñas. A medio día de marcha, con los fusiles cargados, terminarían por el mínimo guiño disparándose, unas a otras, sin llegar jamas al campo de batalla.

Saturday, December 25, 2010

Gotero




Me tienes a mí que soy imbécil,
de carbón. Yo que babeo
y que por ello soy perseguido por los niños.

Me tienes a mí que a veces canto,
orino de pie contra los muros
y tengo bolsas de papel en los bolsillos.

Me tienes a mí como a un gotero,
guardado para la ocasión,
feliz en que aparece.
Y necesitas una vez,
de vidrio y goma,
silencioso y frágil,
en la punta de sí,
cada diez años.

Friday, December 17, 2010

Calavera



Aparece.

Calavera en el espejo.
Los dientes ríen de caballo,
relinchan al cepillo que los barre.
Alza la cola.

Hay un jinete que es la muerte
y que la ensilla.
A buen paso se dirigen
hacia las puertas abiertas de la nada.

Wednesday, December 01, 2010

CABEZA



En donde duerme tu cabeza,
mientras el resto de ti avanza
sonriente o triste,
iluminada, oscura,
solitaria, acompañada,
entre el gentío, las calles de noche.


Sobre que arena, sueña
y sus sueños crecen fértiles,
llenándose de flores, automóviles, hijos,
manos que se levantan, despedidas.
Hombres que saben alzarse
para combatir, vigorosos a otros hombres,
vencedores o perdiendo en ello la gracia de sus dioses
con la simple resignación con que cae desde la mano
algo sin importancia.


En donde duerme,
entre que almohadas deposita su peso,
cuando sobre ella cae este polvo,
y los años pasan
como termitas trazando surcos alrededor de sus ojos cerrados.


En donde duerme.
En que afán gasta de golpe o gota a gota
sus monedas.
Derrotada o victoriosa.
Para al final de la noche
ser despertada por la muerte.

Thursday, November 25, 2010




Colecciono papeles,monedas, envoltorios, retazos de tela.
Notas y voces de esa aria interminable
cantada para ella desde que nació.

Ella estaba allí, asomada a ratos, impasible ante el canto,
entre las paginas.

Michael deslumbrado por el rayo de Apollonia.
Sus piernas avanzando por Norcal, montada en el espectro
veloz de su bicicleta de papel.
María llorando.
Ariadna sosteniendo el hilo.
Chani.
Sonriendo en el recuerdo de Parzifal combatiendo al Caballero Rojo.

El rostro desdibujado por el tiempo,
como un retrato de barro,
borrado y construido
nuevamente
y nuevamente,
y nuevamente,
y nuevamente,
otra vez mas.

Siempre promesa de una imagen
resistente a la muerte y sus embates.


Cuantas figuras para un solo segundo de este tiempo.
Cuanta saliva arrojada sobre las sucias paginas, en busca
de retratarla y detener el río de mariposas que era,
impetuoso.

Trazadas con desesperación sobre los lienzos cada imagen
es un osario desalmado de su esplendor,
una replica lejana de su gracia simple.

Decenas de fotografiás.

¿Y si pudiésemos guardar el aire que exhala?

Es este tiempo inmortal el que nos mata,
quien devora nuestras manos
como libros para quemar,
arrojada,
hoja a hoja a la hoguera,
la flor tierna de sus letras.

Este tiempo inmortal
como el azúcar, horadando nuestros huesos,
dulce como una madre arrullándonos
en medio del veneno.